Un Cubano en Suiza

Llegué a Suiza con 14 años. Al principio todo me era desconocido y mataba el tiempo viendo películas, hábito que tenía ya desde Cuba. Cuando aquello aún existían los bancos de películas. Aún recuerdo esos tiempos y se me aguan los ojos.

Tengo que decir que no fue siempre así. Con la presión de mi familia y la escuela. Todo empezó a tomar un rumbo de responsabilidad y duros momentos.

Aún recuerdo cuando llegué a casa una tarde después de la escuela, llorando, pidiéndole a mi mamá que me mandara para Cuba.

Entre matemáticas, alemán, inglés y francés creía que mi mente iba a explotar. A eso le sumamos, lo mucho que extrañaba a mis amigos de Cuba, las travesuras típicas de un adolescente cubano en aquellos tiempos.

Aún así, con todos esos contratiempos, encontré mi equilibrio y pude maestrar todos esos obstáculos. También encontré muy buenos amigos, y hasta mi mejor amigo.

Por aquel entonces nunca me interesó tener una visión política referente a la isla, a pesar de sentir el sufrimiento de mi familia, ni de mucho menos ayudarles, porque aún no tenía las condiciones necesarias para sostenerlos. Así que me concentraba en viajar una vez al año para visitarles y aportarles algún que otro regalo. También me acuerdo que en esos años para mi ir con 500 CHF era más que suficiente. Cosa que hoy es impensable.

Cada año que pasaba me daba cuenta que la mayor de las cosas que me habían enseñado en la escuela cubana eran mentiras.

No fue tan difícil darse cuenta de las mentiras, ni Cuba tiene el mejor sistema de salud del mundo, ni en el extranjero (Suiza) no puedes andar en altas horas de la noche en las calles. Por nombrar uno de los ejemplos.

Hoy tengo una familia en Suiza, un buen trabajo y he aprendido a vivir en libertad. He aprendido a no tener miedo de decir lo que pienso y a no creer en las mentiras de la dictadura cubana y me siento feliz con mi vida.

Pero por muy feliz que me sienta, me duele ver en lo que el sistema cubano ha convertido a mi familia en Cuba.

Mi abuelo. ¿Luchó por la Revolución en varias ocasiones y donde está hoy? Si no es porque le ayudó de vez en cuando ni un par de zapato tuviera para ponerse. Muy triste cuando me dice que si le puedo mandar algo de dinero para visitar a su hermano en la habana que no ve hace años. Muy triste cuando veo que tiene la espalda llena de Sarna y en los hospitales no hay medicina para tratarlo. Pero más triste aún es ver como él defiende la revolución a ciegas.

Nadie de la familia puede cuestionar en frente de él, el sistema político cubano. Como un buen revolucionario ve el noticiero a las 8pm, luego la telenovela y se va a dormir. Así día tras días. Aveces pienso que el sabe que nada esta bien. Y solo espera el día que se acabe toda esa pesadilla.

Como quiero a mi abuelo!

Cada ves que voy a cuba veo la situación peor. Cada vez ahí menos autonomía, los campesinos no quieren producir porque no le rinde y los materiales, comida para los animales, son casi imposible de encontrar.

Quisiera ver a Cuba con un sistema parecido al de Suiza, donde muchos partidos políticos dirijan al país, donde hablar de política no sea un tabú,

Donde la educación te prepara para la vida real y en las escuelas no tienes que hacer entrenamiento militar con apenas 9 años, ni ir a recoger café a los campos o trabajos comunales. En cualquier país del mundo eso es trabajo infantil. En cuba se le llama contribuir a la patria.

Donde aprendes a leer sin que después te prohíban leer algún libro solo porque ellos no están de acuerdo.

Cuanto quisiera que Cuba te diera la oportunidad de crear tu propio futuro y no depender del gobierno. Ejercer tu profesión libremente sin restricciones.

Cuanto quisiera que los cubanos que viven en la isla sean libres de verdad. Sin miedo a decir lo que piensan o de ser atacados por otros cubanos.

Cuanto quisiera ver que la policía tuviera una mejor preparación y cuidara de los ciudadanos. Mi sueño sería que los cubanos puedan elegir su presidente y cuando digo los cubanos también pienso en los que están fuera porque todos somos cubanos.

Publicado por ADC

La Asociación Democracia para Cuba reúne a residentes en la Confederación Helvética en el reclamo de democracia para el pueblo cubano dentro del marco cívico de la sociedad suiza.

Un comentario en “Un Cubano en Suiza

  1. Lo mejor del caso es que no estas solo, así nos pasa a muchos. Despejando variable de la ecuación, nos quedamos nosotros del mismo lado, entonces nos toca a nosotros en libertad aportar con lo que podamos por la libertad de Cuba. Aquí ya tienes uno de tu lado. Fuerzas! No estamos solos. Viva Cuba libre!

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