En la noche del 11 de septiembre de 2020 en la ciudad de Yverdon-les-Bains, Suiza, la Asociación Suiza-Cuba organizó el fórum “Cuba: la santé avant le profit” (Cuba: la salud antes que el lucro) sobre las misiones médicas cubanas en el mundo, un tema que despierta controversia a causa del rentable negocio que estas misiones representan para el Estado cubano, de las severas condiciones impuestas al personal médico y de la situación precaria en que paradójicamente se encuentra el servicio de salud en la Isla. Un grupo de miembros de la ADC participó en el evento con la voluntad de sensibilizar acerca de la realidad en torno al personal médico y al pueblo de Cuba.
A pesar de haber sido un evento con entrada libre, el cónsul cubano, luego de tratarlos de espías, insistió en no dejarlos entrar. Finalmente, el señor Fleury, anfitrión del encuentro, accedió a que el grupo de 6 cubanos instalados desde hace más de 15 años en Suiza se sumaran como los únicos cubanos en la sala además del embajador de Cuba en Suiza, el cónsul y su traductora.
Con el desarrollo de la velada se iba perfilando la nula posibilidad de debate. El discurso esgrimido por las asociaciones presentes era similar al del gobierno cubano: el embargo de Estados Unidos como principal responsable de la situación en la Isla, la figura de Fidel Castro ampliamente idolatrada y Cuba constantemente comparada con naciones más pobres.
El rechazo, la arrogancia y el desprecio hacia los miembros de ADC fueron los sabores que dejó esa velada. Escuchar durante más de dos horas discursos que desconocían el padecimiento del pueblo cubano, sufrir agresiones verbales de extranjeros que decían conocer Cuba mejor que ellos y que les espetaban que “se fueran a Miami, el paraíso” y soportar las amenazas con la policía cuando lo único que pretendían era hablar sobre el pesar de los suyos, fueron experiencias frustrantes que, unidas al dolor que como tantos cubanos acumulan, provocaron tensiones al final de la velada.
Es necesario precisar que algunos suizos se acercaron a los miembros de ADC para declarar que comprendían su posición y otorgarles razón y que hubo comentarios positivos como el de la presidente de la comuna de Yverdon, la señora Natacha Ribeaud, que aseguró que « nous avons tous une place ici » (aquí todos tenemos un lugar).El evento no se desarrolló como se esperaba, pero nuestra lucha es joven. La realidad cubana y el amor por nuestro país son verdades colosales que serán la guía en la lucha por una Cuba mejor.